Degustación de las fresas del Périgord, un baño refrescante e Historia de Francia.
• Vergt : De un color rojo vivo, con preciosas curvas y un cuello finamente labrado, llevan como nombres Garriguette, Mara de los bosques, Cirafine, Charlotte… Las fresas son un producto emblemático de Vergt y sus alrededores y han hecho mucho por la reputación de esta región central del Périgord.
• Sainte-Alvère: en el extremo occidental del Périgord Negro, Sainte-Alvère está en el corazón de una zona muy montañosa con mesetas calcáreas. Las calles repletas de flores invitan al paseo. Descubrirá una imponente torre en un parque. Es el único vestigio que queda de una de las mayores residencias señoriales del Périgord del siglo XVII, perteneciente a la familia Lostanges que marcó toda la historia del pueblo, incluida la construcción de la iglesia. Sainte-Alvère es también muy famosa por su mercado de trufas. Desde los años 60 del siglo XX, la región es un importante productor de trufas; aún hoy el mercado de Sainte-Alvère atrae a muchos compradores debido a la calidad de las trufas, que son controladas por comisarios.
• Cendrieux: En medio de los campos de fresas, se halla esta aldea típica y muy seductora. Cendrieux está construida alrededor de la iglesia fortificada dedicada a San Juan Bautista. No dude en pasear por las estrechas calles del pueblo. No tardará en darse cuenta de que está siguiendo la ruta de una fortificación medieval. Durante su paseo, le sorprenderá la riqueza de algunas residencias imponentes. No muy lejos, encontrará dos lugares únicos: la reconstitución del maquis de Durestal y el museo de Napoleón en el castillo de la Pommerie.
• Paunat: Aquí la piedra adquiere un tono más ocre a medida que nos acercamos al Périgord Negro. Este pequeño pueblo cuenta con notables edificios y está enclavado alrededor de la imponente abadía y parece estar protegido por ella. Paseando por esta verde campiña con sus campos y colinas boscosas, sus arroyos e impresionantes acantilados, también encontrará los restos de un antiguo puerto a orillas del río Dordoña.
• Saint-Amand-de-Vergt: no muy lejos de Vergt y Cendrieux, en pleno corazón del país de las fresas. Saint-Amand debe su nombre a los monjes misioneros que recorrieron el país para fundar monasterios, capillas e iglesias. La iglesia románica del siglo XI es del estilo arquitectónico típico del Périgord, con su cúpula única coronada por un campanario. También podrá disfrutar de este patrimonio durante el festival de música clásica: una cita ineludible en verano. A pocos minutos del pueblo, hay un lugar que hará las delicias de grandes y pequeños, de los aficionados a la natación, de los pescadores y de los campistas: el lago de Neufont. Tiene casi 7 hectáreas de superficie, está rodeado de una docena de hectáreas boscosas y cuenta con 2 playas. Propone diversas actividades de deportes acuáticos, remo, e hidro pedales, además de conciertos y mercados nocturnos según el día…